Trabajadores
dicen que han sido sorprendidos por repentinas apariciones de un niño vestido
de negro y una mujer que hace sonar fuertemente sus pasos.
Eran las
10:00 de la noche. Arroyo, supervisor de seguridad del Centro, realizaba
revista de rutina y al entrar a la oficina de Takeshima, en la sala de juntas,
vio el control remoto del televisor sobre la mesa y por curiosidad lo encendió.
Se quedó por un momento mirando el programa Factor X , cuando de pronto fue
sobresaltado por un portazo.
Takeshima es
un estudio de audio y vídeo de la Secretaría Municipal de Cultura. Alguien
había abierto la puerta de entrada cerrándola con enojo. De inmediato, por
radio solicitó a un compañero subir con todas las precauciones.
-Alguien
anda por aquí le dijo. Buscó por todas las oficinas. Nadie. A los pocos segundos
el televisor se apagó. A los diez segundos volvió la imagen, pero no pasó un
minuto cuando la pantalla se volvió azul como cuando alguien va a ver un vídeo
Arroyo quedó estupefacto y así lo encontró su compañero, quien pudo observar lo
mismo.